martes, 29 de mayo de 2012

FONDO DE BIBLIOTECA: SELECCIÓN Y ADQUISICIÓN.







Dentro de nuestro Proyecto de Animación Lectora consideramos fundamental la formación del Profesorado que compone el Equipo de Biblioteca.

En unos días nos reuniremos para decidir las nuevas adquisiciones para el Fondo de la Sala de Biblioteca, consideraremos las numerosas peticiones realizadas en el Buzón de la Rata Sesmera por parte de diferentes miembros de la Comunidad Educativa del CEIP Torres Naharro: familias, alumnado y profesorado.

Queremos compartir la Información Especializada que nos ha orientado para desarrollar esta importante labor como es la compra de nuevos ejemplares.





BIBLIOTECA ESCOLAR.

CÓMO SELECCIONAR Y ADQUIRIR FONDOS.
( Fuente www.plec.es  )

Introducción

La selección y adquisición de fondos son dos procesos fundamentales para el funcionamiento de una biblioteca escolar. De ellos depende en gran medida el éxito de la mayoría de las intervenciones que se llevan a cabo en este tipo de bibliotecas porque sin una buena colección –ahora veremos lo que entendemos por «buena colección» – es imposible llevar a cabo tanto la lectura recreativa como las educación documental y la dinamización cultural que se suponen deben ser los tres ejes de la dinamización bibliotecaria.

Iremos explicando –de la mano de Rosario López de Prado (1) – cuáles son los criterios, fuentes y métodos que el bibliotecario deberá poner en marcha para llegar a dotar a su biblioteca de una colección eficaz, suficiente y equilibrada. En cualquier caso, lo primero que hay que decir es que la selección y adquisición se han de ajustar con precisión a las necesidades de la biblioteca y, por extensión, de la escuela en la que ésta esté enclavada. Olvidar este principio supondría distorsionar tanto el proceso de selección y adquisición como el desarrollo del proyecto.

Para ajustar ambos procesos se han de tener en cuenta los siguientes aspectos:
 
  1. Son tareas bibliotecarias. Por ello la realizarán las personas más especializadas dentro de la escuela. Si existe un personal con conocimientos biblioteconómicos dirigirá todo el proceso, pero valorando e incorporando tanto los criterios de los demás maestros y especialistas como los de los usuarios infantiles y de los padres. Sólo así la selección se ajustará a las necesidades de todos los usuarios.
  2. Dependen del tipo de biblioteca y de escuela. Cada escuela es diferente y cada modelo de biblioteca escolar también singular. Tanto la selección como la adquisición de libros se habrán de enfocar en función del concepto de biblioteca que se esté poniendo en práctica.
  3. Toda colección es incompleta y, como tal, será considerada como un ente vivo en constante renovación y crecimiento. Por eso los criterios, fuentes y métodos de selección estarán en constante revisión y la colección existente en continua evaluación para evitar desviaciones de los criterios y de la evaluación tanto de la biblioteca como del centro educativo.

Criterios

La puesta en práctica de todos estos principios debe realizarse de un modo colegiado, es decir, tanto la selección como la adquisición deberán ser desarrolladas por un equipo multidisciplinar en el que estén presentes especialistas de los diversos niveles y áreas curriculares y representantes de todos los agentes del proceso de enseñanza y aprendizaje. En los casos en los que sea posible –al pertenecer el centro escolar a una red– se valorarán y asumirán criterios y procedimientos extraescolares.

En cualquier caso, los criterios que deben seguirse en el proceso de selección de los fondos son los siguientes:
 
  • Autoridad del autor e imparcialidad.
  • Pertinencia del tema tratado en el documento.
  • Rigor científico y exactitud de la información.
  • Nivel científico adecuado al tipo de biblioteca y actualidad.
  • Adaptación al usuario real o potencial.
  • Belleza y calidad de estilo.
  • Calidad técnica del documento.
  • Presencia o ausencia de aspectos complementarios: índices, notas, etc.
  • Necesidades reales de la biblioteca.
  • Presupuesto con el que se cuenta.
  • Aspectos formales: formato, encuadernación, tipografía y composición, calidad de los materiales, claridad y calidad de las ilustraciones...

Todo ello se debe además multiplicar por cada uno de los diferentes medios que pueden encontrase en una biblioteca, ya que no es lo mismo seleccionar una revista científica que un videocasete. La complejidad de este proceso es lo que justifica la selección y valoración colegiada.


Dentro del proceso de organización de una biblioteca uno de los problemas principales con los que se enfrenta el bibliotecario es la selección de los fondos. A continuación vamos a exponer algunas consideraciones generales que deben tenerse en cuenta, aunque pueden resumirse en tres ingredientes: rigor, conocimiento de los destinatarios y trabajo en equipo.

Los maestros y bibliotecarios ofrecerán a los niños libros que estimulen su imaginación y su creatividad; despierten y desarrollen su sensibilidad y ayuden a entender los sentimientos; provoquen la reflexión y el sentido crítico; les ayuden a conocerse a sí mismos y al mundo que les rodea; les abran nuevos horizontes y despierten aficiones e intereses hacia nuevas parcelas de la vida cultural, social, artística, etc.; estimulen la confianza en sí mismos y en el futuro; les potencien la capacidad de pensar; favorezcan actitudes de tolerancia, respeto y solidaridad; sean divertidos y estimulantes; y tengan calidad literaria: por su lenguaje, su contenido y su formato.


Algunas consideraciones para seleccionar los libros:
 
  1. Información y formación
El maestro debe tener inquietud por formarse e informarse sobre los géneros, temáticas, autores de prestigio y principales colecciones de la Literatura Infantil.

  1. Calidad literaria del texto
El libro elegido ha de ayudar a desarrollar el gusto estético, estimular la afición por la lectura y el descubrimiento y fomentar la creatividad.

  1. Calidad de las imágenes
La parte gráfica del libro ha de despertar la imaginación para lo cual se han de ofrecer variedad de técnicas y estilos para enriquecer la sensibilidad del lector. Se buscará la armonía de las ilustraciones con el relato: ¿lo complementa?, ¿lo enriquece?, ¿entorpece su interpretación? Las imágenes han de poseer carácter narrativo propio y cada una habrá de estar acorde con el contenido de la página. Habrá de existir proporción entre texto e imagen, en función de la edad.

  1. Personajes
Han de ser apasionantes, bien caracterizados psicológicamente, con los que sea apetecible identificarse y que impacten al lector por sus actitudes y sentimientos, más que por sus acciones.

  1. Ambientes
Sean reales o fantásticos, habrán de ser siempre verosímiles y convincentes.



  1. ¿Descripción, narración, diálogos...?
Aunque con la edad la proporción aumentará, los textos tendrán más acción que descripción, y los diálogos serán frecuentes para incrementar la agilidad y amenidad.


  1. Lenguaje
El lenguaje será enriquecedor y se adecuará al nivel comprensivo y madurativo de cada lector. Se jugará con los dobles sentidos, juegos de palabras y demás recursos creativos para potenciar el humor.

  1. Temática
Se ofrecerá a los niños un abanico lo más amplio y variado de temas y planteamientos, tanto en los argumentos como en los conflictos a los que se enfrentan los protagonistas, valorando la verosimilitud y la honestidad con que se trate el tema. Se valorará especialmente la sensibilidad y delicadeza con que se traten temas como la muerte, el aborto, el divorcio, la violencia doméstica, las drogas o el sexo.

  1. Géneros
También aquí se buscará la variedad, huyendo del tópico encasillamiento de las lecturas infantiles en el género narrativo. El teatro, la poesía, el ensayo, el cómic y los libros informativos estarán presentes de modo equilibrado en nuestra selección.

  1. Aspectos formales
Es fundamental tener en cuenta los aspectos externos del libro: diseño de la cubierta, tipografía (tipos y tamaños de letras), papel (calidad, textura, tintura), encuadernación, maquetación, ilustraciones, prólogos, notas...

  1. Rigor científico, objetividad y actualidad del contenido
En las obras de referencia, consulta y documentales, pero también en los libros de imaginación o creación.

  1. Criterios subjetivos
Es inevitable y aconsejable aplicar criterios personales en la selección. Pero sólo serán aceptables aquellos que deriven de una lectura personal y crítica, que tengan en cuenta a los destinatarios de cada libro y que huyan de planteamientos partidistas o moralizantes, lo cual no significa que haya que desoír criterios morales o ideológicos.
De un modo u otro, el libro que seleccionemos nos ha tenido que «tocar», es decir, nos ha tenido que impactar porque nos interpela, nos hace replantear criterios personales, nos conmueve, nos sorprende, nos aporta conocimientos o enfoques novedosos, etc.
Conviene articular mecanismos organizativos y didácticos para formar en los propios lectores infantiles y juveniles criterios de crítica y selección, y una vez consolidados, favorecer su intervención en la elección definitiva y en la recomendación de lecturas a otros lectores. La selección se realizará siempre desde un grupo de análisis, y habrá que contrastar los criterios personales con los de los demás y afinarlos con la consulta de las diversas fuentes de selección que comentamos más adelante.

  1. El destinatario
La edad del lector hay que tenerla en cuenta, pero nunca como criterio definitivo, pues es más importante valorar su momento evolutivo desde el punto de vista psicológico, sus gustos, su historial lector (los itinerario de lectura que ha seguido hasta ese momento) y su nivel de conocimiento y manejo de las diferentes estrategias de comprensión lectora.

14.                       «Cada edad tiene su aquél »

  1. De 0 a 18 meses
Predominarán las ilustraciones que serán coloristas y estimulantes y favorecerán la interacción niño/adulto. Historias con un texto mínimo. Fotografías de objetos familiares permitirán al niño conectar lo impreso y el mundo real. Los libros serán de cartón resistente y seguro (con bordes redondeados), pero también de plástico, madera, o distintos tipos de tejidos. Su tamaño permitirá que el niño los sostenga solo y pueda pasar las páginas. Se incluirán sonidos y un tacto cálido y variado.

  1. De 18 meses a 3 años
Ilustraciones sugerentes y fotos para mirar y hablar con el adulto. Poesías, canciones y juegos acumulativos para repetir. Textos mínimos apoyados en una pequeña historia narrada en imágenes (o pictogramas) e historias para ocasiones especiales (cambio de pañales a orinal, nacimiento de hermano, caída del primer diente...). Acción dinámica y ágil. Lenguaje claro y de calidad pero no ñoño. Proporción texto/imagen. Las imágenes de objetos cotidianos con un texto repetitivo permiten iniciar el desarrollo de las habilidades de lectura. Variedad de formatos, tamaños y propuestas gráficas que aumenten su interés por descubrir el mundo de los libros.



  1. De 3 a 5 años
Historias que les diviertan expresadas con sencillez, no por ello triviales ni pobres. Debe hablarse con los niños de casi todo, aunque es muy importante la forma en que uno se exprese, para que ellos escuchen sin perder la atención. Libros de poemas para recitar con el niño y que éste pueda memorizar.

  1. De 6 a 8 años
Historias de animales domésticos que hablan, cuentos maravillosos, máquinas personificadas, ambiente familiar (hogar, escuela, juego...) y humor. Han de evitarse siempre las reflexiones que el niño no pueda entender, la crueldad y el terror, el sentimentalismo (sensibilidad, no sensiblería), la metáfora pura (no la comprende) y las descripciones minuciosas
El contenido será adecuado a la edad del niño y a sus intereses. Con argumento, suspense y aventura. Debe haber continuidad de acciones o de movimientos. Pocos personajes, para no desviar la atención del niño. Escrito en estilo directo, con diálogos frecuentes. Onomatopeyas de animales o de acciones o movimientos. Desenlace rápido y siempre feliz. No muy largos, comprensibles y convincentes. Impregnados de alegría y buen humor. Serán atractivos visualmente. Las ilustraciones –preferiblemente en color– deben estar sincronizadas con el texto para reforzar la comprensión.

  1. De 9 a 11 años
Al mejorar la competencia lectora, le interesan los personajes con problemas como los suyos y las aventuras de pandillas, en las que se proyecta. Aunque también busca misterio, cuentos fantásticos y clásicos, biografías, deportes y juegos, pueblos lejanos, humor, animales reales o fantásticos, inventos, ciencia y experimentos para niños.
Hay que evitar moralejas. Acción, ambiente y caracteres vigorosos y dinámicos. No deben dejar en el niño dudas irresolubles. Frases no demasiado largas ni complejas. Tipografía de tamaño intermedio. Ilustraciones acordes al contenido del libro. Resumen del contenido en la contracubierta.


  1. A partir de los 11 años
Se inicia el desarrollo de la conciencia social por lo que busca argumentos que contengan problemas humanos –sociales o políticos– y alterna las lecturas intimistas con la acción y la aventura.



  1. Desde los 14 años 
Se perfilan los itinerarios individuales de lectura que el joven jalona de aquellos libros que le permitan reafirmar su personalidad. El adolescente necesita modelos, espejos en los que reflejarse, ídolos con los que identificarse y que le ayuden a desinhibirse, a descargar adrenalina y en quien poder verter sus confidencias más íntimas. En la narrativa buscará soluciones a sus conflictos y respuestas a sus anhelos e interrogantes. Los temas problemáticos –drogas, paro, delincuencia, sexo– son un tabú para su entorno familiar y por eso bucea en busca de novelas que traten estas situaciones desde perspectivas realistas y asépticas.



Conclusiones


Resulta evidente, tras lo expuesto hasta aquí, que la selección es un proceso complejo y de gran trascendencia a la hora de dotar una biblioteca de aula o escolar porque en él está en juego la cimentación de los hábitos lectores. Por eso insistimos en la necesidad de conocer profunda e individualmente a los niños y jóvenes, para lo cual debemos escucharles en busca de las claves que nos permitan afinar en nuestras recomendaciones –siempre exquisitamente respetuosas– de lectura y en nuestra selección, que inexcusablemente habrá de ser realizada por un equipo multidisciplinar y comprometido.


Conozcamos los libros y demás materiales de lectura, desconfiemos de los listados de libros «ideales», perfectos para todos y cuya «no lectura» es casi un sacrilegio. Confiemos en la vista, en la intuición, pero vayamos más allá, no seamos frívolos adquiriendo  libros solo porque son bonitos.

Kepa Osoro


Bibliografía Recomendada:


Clubs de lectores: la palabra compartida
Arizaleta Comajuan, Luis
Cuadernos de Pedagogia, marzo, nº 380. Barcelona. 2009

Para saber más de Literatura Infantil y Juvenil: una bibliografía

Bermejo, A.
Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil. Madrid. 1993

Biblioteca infantil CD [Recurso Electrónico] base de datos de Literatura Infantil Doc6

Fundación Germán Sánchez Ruipérez
FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Barcelona. 1999

Entrequinientos. Una selección de lecturas para niños y jóvenes

Fundación Germán Sánchez Ruipérez
FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Salamanca. 2000

Mil libros: una selección bibliográfica

Fundación Germán Sánchez Ruipérez
FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Madrid. 1996

Menos y mejores libros para hacer buenos lectores (Comunicaciones del I Congreso Nacional del Libro Infantil y Juvenil)

Mora, L. y Morán, J.
Amigos del Libro Infantil y Juvenil. Madrid. 1996

Selección de fondos: libros de ficción (D22)

Mora, L.
La biblioteca escolar: un derecho irrenunciable (Osoro, K.). 1998

¡Dejadles leer!

Patte, G.
Pirene. Barcelona. 1988

Un libro para leer muchos más

Peonza
Santander. 1993




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